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La mayoría no discutiría el poder de un buen libro: puede hacernos reír, llorar, encolerizarnos con respecto a las injusticias de nuestro mundo, llevarnos a lugares a los que nunca hemos ido, o mantenernos en suspenso. Todo el mundo sabe eso, pero lo que mucha gente no sabe u olvida es cuán más poderoso puede ser un libro cuando se lee en voz alta.

Algunos recordaremos las tardes en el jardín de niños escuchando a los maestros leernos, sin importan cuántos años hace de ello. Muchos recordamos algunos de los libros que se nos leyeron de este modo. Una de las razones por las cuales los recordamos es precisamente porque se nos leyeron.

Los libros tienen el poder de cautivar nuestros corazones de distinto modo cuando los escuchamos por alguien más, no sólo escuchamos las palabras por lo que significan, sino que también escuchamos cómo suenan. Un autor pasa mucho tiempo escogiendo las palabras adecuadas para contar su historia. Estas palabras fueron elegidas debido a lo que significan y también debido a cómo suenan y cuando los leemos en voz alta podemos experimentar la intención del autor en su máxima expresión.

Nancy J. Cavanaugh cuenta que, cuando todavía era maestra y bibliotecaria en un escuela, leer a sus estudiantes era una de sus cosas favoritas. Sin importar el día, cada vez que abría un libro y comenzaba a leerlo en voz alta, todos ellos se transportaban a un oasis. Era como descansar a la sombra en un caluroso día, o guarecerse bajo un paraguas en un chubasco de verano. La historia les permitía convertirse en alguien más por unos minutos y viajar po un corto tiempo a otro lugar. El acto de escuchar la historia hacía todo esto aún más mágico. ¿Qué puede ser más poderoso que eso?

Los mundos ficticios en los libros son creados primero por palabras escritas y cuando esas palabras son leídas por alguien, parece que experimentamos el mundo de forma más poderosa.

En nuestro mundo acelerado, en donde podemos acceder a la información de forma instantánea y la tecnología hace que nuestra conversación sea silenciosa y críptica, el acto de leer puede parecer anticuado, pero es recomendable que nunca cómo aflojar el paso, no sólo para leer un libro, sino para leerlo en voz alta para experimentar el poder dentro de las páginas cuando las palabras son pronunciadas.

No tienes que ser un niño para que te lean un libro, no debes ser padre o maestro para leer en voz alta. Aunque es maravilloso leerle a alguien o que alguien te lea, la verdad es que lo único que necesitas es dejar que tu propia voz lea las palabras que un autor escogió cuidadosamente. Cuando escuches pronunciar las palabras y tu corazón se llene con los sentimientos de la historia, sabrás de primera mano el poder que tiene un libro cuando se lee en voz alta. Te sorprenderás.

Fuente: https://www.thechildrensbookreview.com/weblog/2014/08/reading-aloud-its-not-just-for-kids.html