Walter Crane:La revolución de los libros infantiles
El artista victoriano Walter Crane pensó que los niños podían aprender de las ilustraciones mucho antes de que pudieran leer o escribir. Sus coloridos y bien diseñados libros infantiles abrieron los ojos de los padres al valor educativo de la lectura por medio de los libros ilustrados. Lesley Delaney, curador de una exhibición de libros ilustrados de Walter Crane en el V&A, explica su enfoque revolucionario para aprender a leer.
Walter Crane (1845-1915) fue el creador de libros infantiles más prolífico e influyente de su generación. Sus diseños, pioneros de los libros infantiles, ayudaron a popularizar la idea de la alfabetización visual. Crane mejoró radicalmente el estándar de los «libros de juguete»: libros baratos llenos de imágenes a color, para todo el público, con alfabetos, rimas infantiles, cuentos de hadas e historias modernas. También creó una nueva serie de rimas musicales y fábulas para bebés, así como un conjunto de libros experimentales que muestran cómo la lectura, la escritura y la aritmética se pueden aprender a través del juego imaginativo.
Detalles para llamar la atención.
Crane creía que el buen arte y el diseño podrían estimular el interés por los libros y ayudar a los niños a aprender a leer desde una edad muy temprana. Reconoció que cada característica del libro, incluyendo cubiertas, guardas, títulos, ilustración, tipo y diseño de página, puede ser usado para fomentar el gusto por la lectura en los niños.
Este enfoque visual de la lectura se ve en uno de sus primeros libros, Grammar in Rhyme (1868). Crane utiliza el cuadro de texto como una pizarra, colocándolo dentro de las ilustraciones de los niños para sugerir la idea de que aprender es una actividad agradable que puede ser practicada diariamente. Para ayudar al niño a entender, crea una rima memorable que relaciona las partes del habla con los juegos y juguetes, mostrados en las imágenes.
Colores brillantes y francos y toques cómicos
Utiliza el color y el patrón para atraer el interés de los niños en la lectura, esto se ve cláramente en las vibrantes ilustraciones de sus libros como Beauty and the Beast (1874), que muestra la influencia de su trabajo como pintor, diseñador y artista decorativo. Crane se inspiró en una amplia gama de influencias, incluyendo el arte japonés, como se aprecia en las ilustraciones para This Little Pig Went to Market (1870), donde utiliza los contornos en negrilla y colores planos, típicos de las impresiones japonesas. Los diseños de Crane también reflejan lo mucho que observa a los niños pequeños. Se dio cuenta de que parecen ver la mayoría de las cosas de perfil y prefieren «formas bien diseñadas y colores claros y francos». Los niños no se preocupan por las tres dimensiones, sugirió; Podían aceptar representaciones simbólicas.
Para fomentar la observación de las imágenes, Crane añade toques cómicos, como es el caso de This Little Pig, donde dibuja al personaje con unas divertidas gafas, botas con pezuñas y pone moños tanto en su pelo como en la cola rizada. Los niños también pueden ver al cerdo que aparece en la repisa de la chimenea en la imagen de la portada del libro. Los paneles para Puss in Boots (1874) muestran a Crane como un exponente temprano de la forma de la tira cómica. El diseño lleva al niño de un cuadro a otro en una secuencia de imágenes detalladas que sigue las acciones del gato, permitiendo incluso a los pre-lectores a entender la historia.
Bromas y juegos visuales.
Introduce bromas visuales para ayudar al niño a entender las convenciones de lectura, como cambiar la página. Esto se puede ver en la ilustración juguetona para «Hey diddle diddle!» En la cubierta de The Baby’s Opera (1877). Los tres ratones que aparecen en el panel inferior parecen estar entrando en el libro y reaparecen en las páginas siguientes dedicándose a varias payasadas divertidas, tales como burlar al gato. Crane quería despertar la curiosidad de los niños sobre lo que encontrarían en la página siguiente. El formato cuadrado de sus Baby books se inspiró en los diseños de los azulejos que se colocaban comunmento en los cuartos de bebé y proporciona un modelo para los libros para los más pequeños, incluso hoy en día.
La serie innovadora de la fantasía, llamada «The Romance of the Three Rs» (1885-6), muestra cómo el aprendizaje temprano puede ser convertido en juego. Con sus tres títulos dedicados al aprendizaje de la lectura, escritura y las cuentas, Little Queen Anne. About reading, Pothooks and Perseverance. About learning to write y Slateandpencilvania. About counting, representa, mediante historias, las dificultades que enfrentan los niños al aprender. El estilo ilustrativo fluido y el uso de bromas muestra similitudes con los libros caseros que Crane creó para sus propios hijos.
El enfoque visual de Crane atrajo el interés de los principales especialistas en lectura. Colaboró con el Profesor Meiklejohn para producir The Golden Primer (1884-5) y también con Nellie Dale para crear los Walter Crane readers (1899). Estos esquemas de lectura populares fueron los precursores de la serie de palabras clave Ladybird y el Oxford Reading Tree.