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Algunas de las más grandes historias se han contado sólo con imágenes.

Cualquier persona que “lea” un libro ilustrado puede decirte que no necesitas palabras para contar una historia. Los niños que aún no aprenden a leer pueden seguir una historia contada con ayuda de imágenes, un padre puede narrar la acción y hacerlo los dos juntos es mucho más satisfactorio, tan así que puede ayudar a los niños a desarrollar asociaciones positivas con los libros.

A pesar de que los niños no estén leyendo las palabras, resulta que los libros ilustrados pueden desarrollar habilidades importantes:

Alfabetismo:

Los niños pequeños pueden aprender cómo funciona un libro: de adelante hacia atrás, de izquierda a derecha y de arriba a abajo. Practican la escucha, la comprensión y la interpretación de las imágenes visuales. Seguir visualmente una historia ayuda a los niños a comprender la estructura de una narración: causa y efecto, conflicto y resultado, desarrollo de personajes, y los arcos narrativos con un principio, medio y fin.

Vocabulario y habilidades verbales:

Mediante la lectura de un libro ilustrado con un adulto, los niños pueden aprender a identificar objetos, personas, lugares, animales y acciones. Aprenden a narrar una historia basada en las señales visuales. Esto ayuda a los niños a comprender la historia una vez que comienzan a leer y puede inspirarlos para escribir historias propias, que es una expresión de la alfabetización.

Confianza:

Un niño pequeño se enorgullece de haber terminado de leer su libro favorito y de haber entendido la historia completa de principio a fin sin ayuda de un adulto.

Amor por los libros y el arte:

Los libros ilustrados pueden ser disfrutados por los lectores de todas las edades y pueden desarrollar la lectura por placer y el deleite al apreciar las ilustraciones.

Fácil acceso:

Los libros ilustrados en otros idiomas son buenísimos para que los niños aprendan. También son de mucha ayuda para niños con problemas de aprendizaje a los que la lectura les parece un reto.

Los libros ilustrados están creciendo en popularidad en los últimos años y nos alegra que así sea. Los niños necesitan estar expuestos a los libros, especialmente aquellos que no tienen la posibilidad de tener una biblioteca en casa y aprender a leer con fluidez puede depender en muchos casos de que un adulto se involucre a leer con ellos, señalando y aclarando algunas palabras complejas, y reforzando la historia.

Nuestra conclusión es que los libros ilustrados son muy divertidos y leerlos en compañía de alguien es aún más entretenido y enriquecedor para los niños de distintas edades, que leerlos por su cuenta.

Fuente: https://www.commonsensemedia.org/blog/how-wordless-books-can-help-your-kid-learn-to-read